Los recursos hídricos y su uso

La demanda mundial de agua está aumentando considerablemente. Una de cada nueve personas no tiene acceso a agua potable. Eso es alrededor de 800 millones de personas.

• En promedio, 200 personas mueren cada hora como resultado directo de la contaminación del agua.

• Según el informe de la ONU, 2.000 hectáreas de tierras de cultivo se arruinan diariamente por la degradación por la sal, como resultado del agua salina.

• US$27.3 mil millones se pierden anualmente debido a la pérdida de producción de cultivos, como resultado del estrés hídrico o calidad inadecuada del agua.

En muchos casos, para que el agua sea adecuada para un uso específico previsto, se debe mejorar su calidad. Por lo tanto, se deben aplicar procesos adecuados de tratamiento de aguas.

¿Cuáles son los usos del agua?

Las tres principales categorías de uso del agua son: agua utilizada en la agricultura, agua para uso industrial y agua doméstica. A nivel mundial, el agua utilizada para la agricultura representa el 70% del uso total. Sin embargo, en los países desarrollados, la mayor parte del agua se utiliza para la industria, como se puede ver en el siguiente gráfico.

 

¿Cuánta agua consumimos?

El consumo de agua per cápita (por persona) puede variar mucho entre los países. La demanda per cápita incluye las demandas domésticas, industriales y públicas. Por lo tanto, las variaciones dependen de la población, la actividad industrial, el clima, la disponibilidad de agua y el costo, etc.

Por ejemplo, el consumo promedio diario de agua per cápita es de 92 galones (350 litros) en los Estados Unidos, 52 galones (200 litros) en Europa, y solo 5 galones en el África subsahariana.

Muchos productos que utilizamos o consumimos a diario requieren agua para su producción. Por ejemplo,  se necesitan 37 galones de agua para una taza de café (agua requerida para cultivar los granos de café), la fabricación de una camiseta de algodón requiere 713 galones y una libra de carne de res requiere 1,800 galones (para cultivar el pasto para alimentar al ganado).

 

Los recursos hídricos disponibles

Hay alrededor de 326,000,000,000,000,000,000 (millones de billones) de galones de agua en la tierra. Esta cantidad de agua es constante y no se cambia.

El 97% del agua en la tierra es agua de mar. Solo un 3% del agua es dulce, cuando un 30,1% del agua dulce es agua subterránea, que se encuentra en acuíferos confinados y no confinados, y un 0,3% del agua dulce es agua superficial, incluidos lagos, ríos y pantanos.

Un 68,7% del agua dulce está encerrada en casquetes polares y glaciares.

La siguiente tabla describe la distribución del agua de la Tierra:

Los recursos del agua

El ciclo hidrológico

El ciclo del agua, también conocido como el ciclo hidrológico, se refiere a la circulación del agua entre la atmósfera, la litosfera (la capa exterior rocosa de la Tierra), la biosfera (organismos vivos), la criosfera (agua congelada en la Tierra, incluidos los glaciares, icebergs y casquetes polares) y la hidrosfera (el agua en la Tierra).

El agua entra en la atmósfera por evaporación y transpiración por las plantas. El agua superficial cambia su forma de líquido a gas, y se evapora a la atmósfera. Las plantas absorben agua y liberan agua (como gas) a la atmósfera en el proceso de transpiración.

El agua en la atmósfera luego se condensa y precipita de nuevo en la tierra o el océano en forma de lluvia o nieve. El agua superficial de ríos y arroyos puede infiltrarse en el suelo y reponer el agua subterránea.

 

Aguas superficiales y subterráneas

El agua superficial es el agua que se encuentra sobre el suelo en ríos, arroyos, estanques, lagos, pantanos, reservorios, humedales y otros cursos de agua.

El agua subterránea es el agua que se encuentra debajo de la superficie de la Tierra y llena los espacios entre las partículas del suelo y las grietas dentro de las rocas. Se origina a partir de aguas superficiales y precipitaciones que se infiltran a través de las capas de suelo y rocas.

El agua subterránea se encuentra en dos zonas principales: la zona insaturada y la zona saturada. El límite entre las zonas es el nivel freático. En las zonas insaturadas, los espacios porosos se llenan tanto de aire como de agua. Debajo del nivel freático, en la zona saturada, todos los poros y grietas en la roca se llenan de agua.

El área debajo del nivel freático se llama acuífero. Un acuífero es una capa de roca permeable que está completamente saturada y contiene una gran cantidad de agua que puede moverse fácilmente.

Los acuíferos se pueden clasificar generalmente como confinados y no confinados. Los acuíferos confinados son acuíferos que están cubiertos por capas impermeables de roca o arcilla. Dado que tienen capas impermeables por encima y por debajo, su área de recarga suele estar distante del acuífero. Debido a las capas de confinamiento, el agua en los acuíferos confinados se mantiene bajo una presión que es mayor que la presión atmosférica.

Los acuíferos no confinados tienen una capa impermeable en el fondo y una capa permeable por encima de ella. En este caso, el límite superior del acuífero es el nivel freático. El acuífero no confinado se repone directamente por la lluvia, la nieve, los lagos y los arroyos.

La vulnerabilidad de un acuífero a la contaminación se evalúa en función de sus características físicas, la tasa de infiltración del suelo sobre él, las propiedades del contaminante, y las actividades que tienen lugar sobre el suelo.

Los acuíferos no confinados suelen ser mucho más vulnerables que los acuíferos confinados, debido a que están expuestos al suelo por encima de ellos. Los acuíferos confinados están protegidos por la roca impermeable sobre ellos.